El Ilusionista & El Truco Final, ambas deplorables

El pasado fin de semana tuve el privilegio de visualizar dos películas recién aparcadas en los videoclubes como son «El ilusionista» y «El truco final (The prestige)». En primer lugar, he de decir que ambas películas se asemejan bastante en cuanto al tema que plantean, pero ciertamente despertaron en mi un sentimiento de aversión hacia la industria del cine por exhibir obras tan lamentables. No se cuanto duran ambos largometrajes ni me interesa, pero puedo asegurar que cuando estaba intentando asimilar The prestige tras la hora de reproducción, empecé a adquirir un resentimiento que iba en aumento con cada frame que pasaba. Seguramente que a muchos se les viene a la cabeza una película como «El ilusionista» a la hora de hablar de «El truco final (El prestigio)». Si bien ambos títulos abordan una trama análoga, en donde a través de algo irreal como la magia buscan sorprendernos durante sus minutos finales, también es verdad que la cinta de Neil Burger se centra más en cómo el público se deja embaucar por un exhibicionista que en lo que acontece en las bambalinas de un espectáculo de estas características. Por tanto, y al menos bajo mi punto de vista, no nos hallamos ante producciones que compitan entre sí, sino ante obras que se complementan a la perfección para resultar siendo insufribles.